Nuestra visión actual de la obra de arte, heredada del romanticismo, se apoya en su función sintomática.
Esta visión trata la obra de arte como expresión del artista. Una manifestación de un punto de vista individual, histórico, o de un grupo. Se exterioriza la manera de pensar de una persona o de toda una nación. Así hablamos de arte francés, etc.
Pero el arte en Grecia responde a una función terapéutica (mímesis), y se centra en el efecto que produce en el espectador.
La ilusión de realidad del espectador en Grecia, no es por estar ante una imagen igual a la real, sino que sentimos lo mismo como si estuviéramos viendo la imagen real.
Dionisos no es el dios de la copia ( en todo caso, el dios de la copia sería Apolo, poque es el dios de la forma) sino el dios de la tragedia. En ella, los efectos del espectador son efectos reales. Temor y compasión. Hay confusión entre ilusión y realidad.
Otra interpretación de la función terapéutica, por VERNANT: categoría psicológica del doble.
VERNANT y VIDAL-NAGUET, Mito y Tragedia.
Habla del coloso: una piedra que servía como sustituto de un cadáver. Es una piedra enterrada. Otro tipo de colosos son piedras sobre la superficie terrestre, parecido a una lápida.
Dentro del rito, es un objeto religioso. Significa "el muerto" en el seno del ritual, y éste se hace presente, de manera bastante literal, por la categoría del doble. Se produce la presencia del ausente.
Los sueños, fantasías, fantasmas, etc. son "dobles" para los griegos. Tienen presencia materia, pero son inasibles. No son de este mundo.
Vernant, al ser un estructuralista, se basa en ejes de oposiciones. El coloso estaría en medio de dos mundos, el de la vida y el de la muerte.
No hay mímesis de apariencia. La piedra no se parece ni hace falta que se parezca al muerto. El arte hace que ese objeto sea sustituto visual, pero no lo copia.
[ver La mímesis en Grecia. II]
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